Hacia fines de la década del veinte Francisco Espínola ya había comenzado a escribir Don Juan, el Zorro, sin sospechar que a su muerte, en 1973, la obra quedara inconclusa. La calidad de los escasos pasajes que se fueron conociendo a lo largo de cuatro décadas convirtieron al Don Juan en la obra más esperada de nuestra literatura. Las leyendas y la sabiduría popular se cruzan con un aliento de epicidad homérica para crear personajes y situaciones inéditas en la narrativa uruguaya. Juan el Zorro, la Mulita, el Zorrino, el Comisario Tigre y otros protagonizan, entre el humor y la tragedia, un relato extraordinario.
Un esfuerzo de investigación y ordenamiento de los manuscritos inéditos y los fragmentos publicados hizo posible que en 1984 se conociera esta versión, seguramente definitiva, de la obra mayor de Paco.