Montevideo 29 de abril de 1946
Señor presidente del consejo de la facultad de humanidades
Doctor Carlos Vaz Ferreira:
Muy señor mío: de acuerdo con su requerimiento vengo a expresar lo siguiente: iniciaré el curso con el estudio detenido de los sentimientos en Homero, para partir de allí luego de realizada una dilucidación plena. Como es preciso dar dignidad al curso, propongo dedicar el año al estudio exclusivo de la Odisea, tan rica de matices pero de líneas generales más sencillas que la Ilíada, lo que permite un mejor abarcamiento en la memoria del estudiante inexperimentado y recién contraído. No creo que haya ningún inconveniente para esta opción. El concepto actual de la crítica homérica admite, no solo la posibilidad de que pertenezcan ambos poemas a la misma época sino al mismo autor. Y aquella preferencia ofrece la ventaja de que yo tenía relativamente fichados los intricados elementos del texto, lo que me permite hallar rápidamente el dato necesario, cosa ineludible en un curso que pretende que en él no se refiera a nada que no se ofrezca de inmediato a la discriminación del estudiante. Asimismo, la reciente difusión de una traducción de la obra del helenista Víctor Berard hace necesario detener la propagación de errores que están a punto de propagarse en la Enseñanza Secundaria y Preparatoria.
Ese tiempo para la Odisea sola nos permitirá la referencia concreta y constante al texto, es decir: no aludir sino presentar, realizar un enfoque a corta distancia, lográndose con esto, además, ofrecer un método para penetrar en las obras de arte.
Ligados como están los más variados elementos en una pieza literaria, considero imposible ajustarme con tal estrictez al tema señalado para mi curso que prive en cada caso particular de la apreciación de otros aspectos, entre otros el técnico, supremamente aleccionador también. Identificar el procedimiento expresivo de que se vale el artista es fundamental, máxime en el caso de Homero, que compone no solo con inalcanzada riqueza de procedimientos sino con tal fineza que a una pupila inexperimentada se le suelen perder muchos valores, los más estimables, aquellos que sólo puede fijar el genio. Conviene, pues, cuando un efecto es de difícil captación, discriminar entre los elementos que obran como causa. Y de allí es, entonces, que se reconstruye el proceso con claridad y el efecto llega perceptible al espíritu y actúa. También considero necesario ir mostrando las contradicciones las sorprendentes irregularidades del texto. Lo haremos desde el punto de vista que nos está permitido: psicológico y estético, ya que un estudio estilístico estricto queda afuera de nuestro campo apreciativo por desconocimiento del idioma original.
En cuanto a los trabajos personales, en su oportunidad serán propuestos a ese Consejo, requiriéndose previamente un real conocimiento de la capacidad y el interés sostenido del alumnado.
Sin otro particular saluda a usted atentamente
Francisco Espínola
Como es natural, el trabajo de vinculación con la Ilíada, la literatura griega posterior y la romana se irá estableciendo poco a poco durante el curso, frente a cada caso concreto, a fin de ofrecer el panorama cuyos puntos esenciales serán ofrecidos detenidamente en su totalidad.